Fragmento de Declaración de la Asamblea Internacional del Felco 2006
"Del 2 al 10 de diciembre de 2006 en la ciudad de San Pablo, Brasil se realizó la muestra central de la III edición del Festival Latinoamericano de la Clase Obrera (FELCO) con la presencia de realizadores de Argentina, Bolivia, Brasil y Chile, dando continuidad a las realizadas en 2004 en Argentina y en 2005 en Bolivia.
El FELCO es una instancia para colectivizar e incentivar las experiencias de lucha de la clase obrera latinoamericana y mundial, a través de la acción y debate común entre los grupos y realizadores de cine militante. Partimos de una caracterización política general: el agotamiento histórico de un régimen social, el capitalismo, que en la profundidad de su crisis arrastra al conjunto del planeta y la humanidad a la barbarie. La rebelión es la respuesta a esta decadencia. El cine militante así como otras expresiones artísticas son producto de este estado de rebelión y también parte, ya que son una forma de difundirla y expresarla.
(...)
La integración latinoamericana no será obra de los explotadores sino de la unión de todos los sectores explotados de nuestro continente para terminar con toda forma de explotación y sentar las bases de la revolución social latinoamericana. El FELCO se compromete con este objetivo y pone a su disposición esta herramienta de lucha y formación política que son las exhibiciones y los debates de los films realizados desde la perspectiva de la clase obrera."
Aquí sólo adjuntamos la Declaración de la Comisión de Cine Militante y Estética.
Para leer la Declación Completa de Asamblea Internacional Felco´06 visitar www.felco.ojoobrero.org
Cine social y militante como herramienta
“EL CINE NO MUESTRA. EL CINE CUENTA, PARTICIPA, FORMA PARTE DE LA LUCHA, NOS COMPROMETE EN NUESTRA INTERVENCIÓN SOBRE LA REALIDAD.”
La comisión de Cine Militante y Estética fue una de las más numerosas porque mostró el interés de los realizadores participantes en profundizar la reflexión sobre su propia práctica.
Este informe del debate de la comisión es una apertura y su característica es, precisamente, la voluntad de todos los participantes de no definir de una estética a priori para el cine militante o cine social y militante, sino colocarla en tensión y debate permanente.
Observamos que actualmente, tenemos un acervo que no cumple con ninguna definición estética estricta. Tenemos films que utilizan construcciones formales del documental clásico, otros con estéticas procedentes de formatos televisivos o del video clip, otras con búsquedas formales que recrean búsquedas de viejas vanguardias, otros recrean formatos del cine militante de los 60 y 70 mezclando varias de las tendencias antes mencionadas. Tenemos mayor y menor “cuidado” en los trabajos, mayor y menor “urgencia”. Tenemos trabajos de agitación, de lucha ideológica, de memoria histórica y cultural.
¿Qué debemos destacar entonces de nuestros debates?
Esta búsqueda, esta tensión entre lo formal, lo político o lo comunicacional, las rupturas políticas o formales que en cada uno estos campos realizamos son las que atraviesan el conjunto del debate, cuyo espíritu está mejor expresado en la palabra “ensayo”: cada film es, en cierto punto, un ensayo.
A continuación, volcamos algunos de los criterios expuestos para que sirvan a la continuidad del debate.
“CINE COMO HERRAMIENTA_
El cine social y militante es un cine de transformación y lucha en, para y desde todos los campos de la sociedad.
El cine social y militante debe ser una herramienta de denuncia y construcción para aquellos y aquellas que no tienen voz.
El cine social y militante es la incansable búsqueda por hacer del cine una herramienta de transformación social ya que se edifica sobre su compromiso político-ideológico.
El cine social y militante se diversifica en distintas estéticas pues éstas serán el resultado de una búsqueda urgente e indisociable con su objetivo de transformación.
Nuestra practica audiovisual es una reflexión sobre, desde y dentro nuestra realidad, es nuestro camino hacia la critica y denuncia de los pulpos de la comunicación, las nefastas formas de dominación y adormecimiento generado por las distribuidoras, productoras y exhibidores de materiales remasticados de caja boba. Nuestra práctica audiovisual es un motor de debate sobre nosotros mismos como movimiento crítico y genuino dentro de esta realidad.
Entonces, reivindicando el avance del CINE SOCIAL Y MILITANTE de los años ´60 y ´70, hoy continuamos creyendo que es tan necesario y relevante reflexionar sobre: “QUÉ” contamos, “CÓMO” lo contamos, “PARA QUIÉN” contamos y “POR QUÉ” contamos. El cine social y militante debe dar una lucha simbólica para que el arte pueda convertirse en una herramienta de liberación y no en otra herramienta de dominación. Es decir: plantear una batalla simbólica-ideológica contra la hegemonia cultural dominante parándose de un lado de la trinchera. Es la necesidad del artista militante que hace de su arte una actividad militante.
En este andar, entendemos que nuestra reflexión sobre las simbologías formales y el lenguaje audiovisual hegemónico es enmarcada por las condiciones materiales de producción que impone el sistema. Somos concientes que acorrala nuestra obtención de recursos y llegada a nuestros espectadores coartando nuestra intención de agitar los sentimientos y pensamientos de “ese espectador” tan frecuentemente sumido en la pasividad total.
Por eso, apostamos a que el CINE SOCIAL Y MILITANTE se consolide sobre las bases de:
- CONTRAINFORMACIÓN
- DESCOLONIZACIÓN CULTURAL
- CREACIÓN Y CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO IMAGINARIO
- CREACION Y CONSTRUCCIÓN DE ESPACIOS LIBRES Y AUTÓNOMOS DE DIFUSIÓN Y DIVULGACIÓN DEL CINE COMO HERRAMIENTA
Nuestro CINE COMO HERRAMIENTA es aquel que intenta generar y construir un NUEVO ESPECTADOR sobre la base de una creación autónoma que rechace productos promotores de un IMAGINARIO opresivo que homogeniza masas.
El CINE COMO HERRAMIENTA es el intento por provocar duda, debate y rabia para pensar en el MODO de nuestra transformación social.”